Edouard Carmignac comenta la actualidad económica, política y social.
Estimados lectores:
Hace treinta años, creé Carmignac Gestion con el convencimiento de que Europa ofrecía un marco adecuado para llevar a cabo una gestión basada en convicciones globales, independiente, con identidad propia y centrada exclusivamente en la revalorización a largo plazo del capital de sus clientes.
Esta aventura empresarial ha sido una experiencia apasionante. La firma gestiona hoy activos por valor de más de 40.000 millones de euros, además de más de 2.000 millones en concepto de fondos propios, y cuenta con cerca de 280 colaboradores, más de 40 gestores y analistas y 19 estrategias de inversión distribuidas en 16 países.
Con motivo de este aniversario, me gustaría transmitir mi más profundo agradecimiento a nuestros numerosos clientes y socios, tanto en Francia como en toda Europa, por haber depositado su confianza en nuestros equipos a lo largo de estas tres décadas. Una confianza que hemos sabido honrar —al menos así lo espero— al prever el auge del universo emergente a finales de la década de 1980, aprovechando el «superciclo» de las materias primas de la década de 2000 o incrementando nuestras inversiones en la esfera tecnológica durante los últimos diez años. Una confianza que también hemos sabido respetar al proteger el patrimonio de los clientes cuando era necesario hacerlo, principalmente durante la gran crisis financiera de 2008, pero también durante la crisis europea de 2011.
Cabe también destacar otra fuente de satisfacción, tan importante como las anteriores, que ha hecho posible firmar esta trayectoria y perpetuarla en el tiempo: la de haber constituido a lo largo de estos años un equipo de gestión experimentado, unido y de gran talento. La experiencia me ha confirmado que la gestión activa a largo plazo constituye una ardua tarea que exige saber mantenerse firme ante la dictadura del consenso y las modas, así como aprender de los errores, como nos ha recordado el periodo reciente. Los gestores de Carmignac hacen hoy gala de esta entereza.
En consecuencia, me complace enormemente confiar a mis socios Rose Ouahba, responsable de la gama de fondos renta fija, y David Older, responsable de la gama de renta variable, la gestión integral de nuestro Fondo Carmignac Patrimoine, para lo que se apoyarán en sus equipos y en el Comité de Inversión Estratégica, cuya creación anunciamos el pasado verano.
Ello me permitirá centrarme en lo que mi experiencia puede aportar en el seno de este comité especializado, un órgano estratégico que congrega a los gestores más experimentados y cuyo cometido es identificar convicciones de mercado inequívocas, cimentadas sobre el análisis de nuestros equipos, en todas las clases de activos y para el conjunto de nuestros Fondos.
En un momento en el que la marea de soluciones temporales de los bancos centrales para reducir los riesgos de mercado se revierte, en el que la magnitud de las estrategias de gestión pasiva y algorítmica ha conllevado una acumulación de riesgos de liquidez sin precedentes para los inversores y en el que las disrupciones tecnológicas en todos los sectores económicos brindan oportunidades de gran calado, la vocación de Carmignac para con sus clientes tiene mayor vigencia que nunca. Estoy convencido de que la celebración del aniversario de nuestra Casa también marca el inicio de una nueva dinámica de contribución sólida y duradera a la prosperidad de nuestros clientes. La confianza que han depositado en nosotros es nuestra fuerza motriz en este sentido.
Entretanto, permítanme hacerles llegar mis mejores deseos de felicidad y plenitud.